06-10-2017
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3 pasos para implementar una estrategia digital eficaz en tu empresa
Hoy es difícil encontrar una empresa, grande, mediana o pequeña, que no tenga algún tipo de vida digital: una web, presencia en distintas redes sociales, newsletters, etc. Hay algunas que incluso han logrado “dar el salto” para incorporar el análisis de datos - enormes cantidades de datos que en su conjunto se conocen como ‘Big data’ - a sus procesos y toma de decisiones o incluso otras vías tecnológicas. Sin embargo, ocurre a veces que incluso las estrategias digitales más desarrolladas terminan por no atender eficientemente a quienes finalmente están – o debieran estar - dirigidas: al cliente.
Mark Bonchek, fundador de Shift Thinking, una exitosísima compañía que se dedica a asesorar a ejecutivos y a organizaciones en sus procesos de transformación digital, ha establecido 3 pilares esenciales para crear e implementar una estrategia digital profesional que no pierda de vista al cliente:
1. Visión: Los directivos deben tener absolutamente clara la importancia de la vida digital de su empresa. Si los directivos lo entienden, y son capaces de transmitirlo a sus empleados, la compañía tiene recorrido un buen trecho de su transformación digital. ¿El objetivo? Que los líderes de la empresa comprendan y comuniquen con eficacia a sus empleados que la vida digital del proyecto es tan importante como otras áreas operativas y de estrategia.
2. Inversión de recursos: Ni modo, aquí no hay salida, dice Bonchek. Si una empresa no invierte para desarrollar e implementar su estrategia digital, ésta no será exitosa. Si la compañía no cuenta con los recursos necesarios para hacerlo, sus líderes deberán encontrar fórmulas mixtas: crear equipos multidisciplinarios, recurrir al outsourcing o capacitar poco a poco a su propia fuerza laboral para que asuma responsabilidades digitales como parte de su trabajo diario, por ejemplo. Lo importante, en todo caso, es que los ejecutivos entiendan que “algo va a costar”, aunque ese costo sea, actualmente, una inversión esencial para su supervivencia.
3. Establecer un método: Una vez definidas la visión general y los recursos para su desarrollo, la compañía debe poder responder a preguntas básicas como: ¿Qué tipo de contenido digital queremos? ¿En qué canales lo vamos a distribuir? ¿Con qué propósito y regularidad? ¿Qué área o personal será el encargado de hacerlo? ¿Cómo vamos a evaluar su pertinencia? Para Bonchek, el método es, quizá, la parte más delicada de todo el proceso. Muy frecuentemente vemos empresas - sin importar su sector o tamaño - cuya estrategia digital está rebasada, no responde a los intereses de sus clientes o es abandonada sin haber cumplido su ciclo u objetivos básicos.
Bonchek concluye que transitar de una estrategia puramente análoga a una que contemple la dimensión digital tiene sus retos. Hay que experimentar, invertir y afinar el mensaje constantemente. Pero, sobre todo, para hacerlo de forma exitosa, hay que escuchar atentamente al cliente, invitarlo a que “gravite” hacia nuestra marca.